viernes, 13 de diciembre de 2013

MARÍA MONTESSORI

María Montessori

1.      Resumen de la película sobre María Montessori.


Resumen de la película

La historia se desarrolla en la ciudad de Roma en septiembre del año 1892, se inicia con la partida de María Montessori de su hogar a la universidad, específicamente a la facultad de Medicina, sus padres la apoyan; su madre más que su padre, pues este último deseaba que fuera maestra, pero María siente que no sabe tratar con niños pequeños y se inclina decididamente por estudiar algo totalmente diferente a lo propuesto por él. Aun así sus padres no dejan de preocuparse por ella pues temen de cómo se comporte en el nuevo ambiente al que debe de enfrentarse, pues éste es dominado por la mayoría de varones. 

En el contexto histórico  en el que la película se desenvuelve, las mujeres que se decidían a estudiar debían ser instruidas para manejar y saber llevar las labores del hogar, obviamente Montessori, decide al estudiar Medicina romper con los paradigmas e incluso con la normas de la sociedad que en aquel tiempo  se le imponía. Ella no teme de su futuro, no hace caso de los rumores que dicen que no podrá acostumbrarse y convivir con los hombres, sus compañeros.
En su llegada a la facultad se convierte al instante en el centro de atención del público masculino; sus compañeros, ya que es totalmente inesperado ver a una mujer inscrita para estudiar Medicina. Recibe burlas de los demás, pues le insinúan que solo está ahí para conseguir marido, pero ella hace oídos sordos y muy por el contrario, los ignora ya que está convencida de sus objetivos y metas.

En tal primer día de clases, un profesor presenta un cadáver de una mujer para que lo observen ella y los demás alumnos. El profesor solicita un voluntario para hacerle una incisión al cadáver, ella tratando de demostrar que también es capaz y hábil como cualquier hombre se ofrece como voluntaria, un tanto nerviosa cumple con lo indicado por su profesor, recibiendo un halago de éste, ya que logra hacer un corte firme. Pero a la vez que se sintió bien por haber demostrado su capacidad y destreza, también le conto a su madre que se sintió mal, pues sus compañeros hablaron mal de la mujer, lo que la indigno más fue el hecho de que lo hicieran de una persona muerta que ya no puede defenderse y que ella no pudo hacer nada para callarlos.

Decidida a no dejarse intimidar por los varones, decide seguir practicando, pero recordando la primera experiencia, decide ser precavida y tomar medidas, pues al tratar con cadáveres sabe que estos despiden cierto olor, entonces necesitaba a alguien que fumara para que inhibiera el olor del  muerto en el cual iba a hacer un experimento. Por ello, le pide el  favor a un sujeto con el que tropieza, el cual resulta ser Giuseppe Montesino, su maestro de Psiquiatría, quien aparte de trabajar en la universidad también trabaja en un hospital de enfermos mentales.  Debido a la dedicación de María, el maestro la reconoce como una de las mejores de la clase.

Ciertas circunstancias orillan a Montessori a acompañar a Giuseppe a dicho manicomio, en donde ella se da cuenta que hay gente que está realmente mal de sus facultades mentales y entre esas personas también hay niños, quienes presentan un comportamiento similar a lo de los pacientes adultos. Ella se pregunta si esos niños de verdad están mal psicológicamente o se debe al ambiente en el que se criaron. La principal preocupación de su maestro era sacar a los niños de ese lugar para darles una formación adecuada. El comportamiento de los niños no es normal y ella lo nota, aún mas en un niño que presenta un comportamiento más agresivo que el de los otros. Pero ella logra obtener su confianza casi de manera inmediata, dejando sin palabras a quienes la observaban.

Giuseppe la lleva a otra área de adultos, donde se encuentra con un grupo de mujeres que por el contrario mantienen un comportamiento pasivo y tranquilo, respecto de los demás adultos internados, explicación que según él, es debido a que desde su infancia fueron amadas y cuidadas por sus familiares. María atribuía a ello, que tal comportamiento era también debido al hecho de que se les ponía música clásica.

Pero ante todo,  su principal interés se centraba en los niños, considerando que ese lugar no era adecuado para los infantes, por tal circunstancia decide apoyar la causa de su maestro y se ofrece voluntariamente para cuidar de los niños y ayudar en lo que hiciera falta.  Sin embargo, su profesor se niega a recibirla como una voluntaria en su proyecto. María le reclama, pues cree que no es aceptada debido a su condición de mujer, pues su maestro le dice que de nada servirá que colabore pues cuando ella decida casarse tendría que dejarlo todo por atender su hogar y eso en definitiva no le convenía a él ni a su proyecto. Al fin, ella decide no insistir más en el asunto pues piensa que es una excusa pobre la que le dan.

Sin embargo, pasada la última vez que ella pidió ser parte del proyecto, volvió a interrogar a su profesor el por qué no la admitía. Según su maestro el problema no era que fuera lo suficientemente competente sino que era mujer, pero no solo el simple hecho de ser mujer sino que era ella de quien estaba enamorado y eso obviamente era una buena excusa para él para no admitirla.

Una vez que Giuseppe le confiesa sus sentimientos de amor, ella le corresponde, iniciando así una relación secreta, pues según ellos era lo mejor para ambos, ya que estaba totalmente prohibido que un profesor y alumna tuvieran algún tiempo de romance. Además de que se consideraban muy jóvenes para tener algún tipo de compromiso formal.

Alternamente a su situación sentimental y una vez aclarados los sentimientos de los dos, el maestro decide admitirla en el proyecto, pues reconoce que verdaderamente le es de utilidad, ya que le demostró una capacidad nata para convivir con los niños y que éstos le mostraran confianza y cariño.

Mientras  el proyecto de los niños empezaba a tomar forma, su romance con el profesor iba evolucionando de manera conveniente para los dos. Los dos juran amarse y estar juntos para siempre. María toma al grupo de niños del manicomio y decide empezar a instruirlos, pues está convencida de que tienen el potencial y habilidades que un niño normal tiene, solo era cuestión de incorporarlos en un ambiente menos estresante.

Con el paso de las semanas, ella nota la evolución que presentan los niños en cuanto a modales, pues los enseña a asearse, los niños comienzan a hablar más, a expresarse más con ella. Aún con estos cambios tan visibles en los niños no es suficiente para conseguir la atención y el financiamiento de los inversionistas para hacer posible el proyecto. Sin embargo, no decide darse por vencida y recibe la sugerencia de instruirlos académicamente, es decir que empezaran a escribir o leer. Ella no está completamente segura de hacerse responsable de aquello, puesto que  no fue para lo que estudio, pero finalmente demuestra una vez más lo que es capaz de hacer.

Montessori buscaba que sus alumnos aprendieran a través de la interacción con los objetos con su ambiente. Es por eso que les da utensilios ordinarios para que ellos le encontraran otro uso y forma. A medida que ella ve que eso funciona, decide que es hora de ir introduciéndole las vocales mediante figuras.

Los niños con un poco más de tiempo quizás logran empezar a reconocer la letras y poco a poco empezar a formar palabras. Esto la alegra de sobre manera pues ve que de verdad hay un progreso real en su pequeño alumnado. Y con el mismo progreso de los niños atrae la atención de una persona que le puede hacer posible consolidar el proyecto.

A estas alturas ella ya tiene cierto protagonismo sobre los demás, ya que llega a ser más reconocida y admirada más que su profesor. Pero al mismo tiempo en su vida personal se le presenta un nuevo dilema a nuestra protagonista, puesto que debido a su relación con su profesor queda embarazada; valiente como siempre enfrenta a su novio para decirle y decidir qué es lo que harán, ya que evidentemente un hijo no estaba entre sus planes y menos al no estar casados.

Para los tiempos en los que  se desarrolla la película está muy mal visto ante la sociedad que una mujer tenga un hijo sin estar casada. Para sus padres ella es una señorita que no tiene  compromisos sentimentales y que esta totalmente dedicada a su trabajo.

Ella y su novio deciden que conforme avance el embarazo decidirán qué hacer con su hijo, mientras tanto el hecho de que alguien llegara a enterarse de su relación y la llegada de un hijo sería un grave problema y una dificultad para consolidar el proyecto por el que tanto se han esforzado. Así que tomando las medidas necesarias oculta su embarazo, más específicamente su vientre, que conforme pasa el tiempo va creciendo, teniendo éxito pues incluso ya estando en los últimos mese nadie nota su barriga.

Ocultando su embarazo con el paso del tiempo, también logra enseñar a los niños, quienes hasta este punto son más hábiles con el uso de las letras y la formación de palabras. Es tanto el progreso de los niños que deciden evaluarlos, como lo harían con los niños normales. Ella va haciendo anotaciones de sus técnicas y de sus formas, de cómo involucrarse con los niños, el ambiente idóneo para su crianza y de los materiales didácticos que ella misma diseña y aplica.

Ya acercando la fecha para la evaluación de sus niños que es fundamental para conseguir gente interesada en invertir en el proyecto también se  junta otra fecha importante; la de dar a luz a su hijo. Por tal motivo decide cuestionar a su novio sobre qué es lo que harán, así que su novio decide que lo mejor es que ella se alivie en un lugar lejano, donde nadie la conozca y puedan enterarse de lo ocurrido.

Pero durante la duración de su embarazo, su novio sufre una serie de cuestionamiento internos, en donde se pregunta si todavía la ama, si es para él una mujer o una colega con la cual competir. Afligido,  rompe la promesa que había hecho con María, la de mantener en secreto su embarazo, y viaja hacia la casa de su madre, quien le aconseja que si no la ama es mejor que él se case con una mujer que le de la seguridad que ella no puede darle al sentirla como una rival. Giuseppe disgustado ante las críticas de su mamá regresa a Roma, pero no le dice nada a María.

Ya estando otra vez en el instituto, María se encontraba trabajando con los niños y uno de ellos demostró un gran avance en el aprendizaje pues fue capaz de escribir el nombre de María, ella al ver esto fue corriendo a la oficina del maestro para mostrarle lo que había descubierto, y así poder pedir con más animo el apoyo económico que tanto anhelaban para continuar con su investigación, pero nuevamente le fue negada esa petición, sin embargo no la dejaron desolada pues le habían dado la oportunidad de presentarse en una conferencia ante el Ministro, esa era la única oportunidad de demostrar todo el avance que llevaba con esos niños. Sin embargo, Montesino parecía empezar a tenerle algo de envidia pues María era más reconocida que él. Después volvieron a hablar sobre el tema de su embarazo pero todo quedo como se habían puesto de acuerdo desde un principio, Giuseppe no quería casarse hasta concluir su proyecto.

Posteriormente ella se presentó en la conferencia y dio su discurso que fue bien recibida por todos, pero su alegría duraría poco, ya que la madre de Montesino había iba a la casa de María a decirle a su madre que estaba embarazada, y en la plática la señora Montesino insinuaba a la madre de María a que convenciera a su hija de que abortara a su hijo ya que solo les traería problemas ambos jóvenes. Paralelamente,  la joven Montessori terminaba de dar su discurso ante el Ministro, el cual quedó impactado y se vio obligado a tomar la decisión de financiarles la liga de educación para niños retrasados nombrando como director a Giuseppe y como codirectora a María Montessori, situación que disgusto a Giuseppe.

Pasados los días, María se enteró lo que la madre de Giuseppe había hecho y le reclamó a este, el cual se defendió diciendo que no sabía nada.  

Debido a que no faltaba mucho para que su hijo naciera, se pusieron de acuerdo en lo que iban a hacer; ella tenía que dar a luz lejos de Roma sin que nadie se enterase y él le iba a dar su apellido. Se supone que mientras ella daba a luz,  Giuseppe los iría a ver después pero eso nunca sucedió, ya que su madre fue su única acompañante. Giuseppe no llego a verla porque según el ya no la amaba,  no podía querer a una mujer que todo el tiempo competía con él y tampoco quería ser padre de ese hijo.

María no quería dejar solo a su hijo pero lo tenía que hacer, al regresar al instituto encontró a los niños tristes, en un primer momento ella pensó que ellos ya no se acordaban de ella pero nada de eso era cierto, solo eran supuestos que se formulaba por sí misma, pues en breves momentos los niños empezaron a hablarle, y a recordarle que no la habían olvidado. Al salir  del instituto se encontró con Giuseppe y le pregunto por qué no la había ido a ver, él le  respondió que no estaba seguro de lo que quería con el niño, entonces María al ver la parte negativa de Giuseppe se alejó rápidamente. Ya estando en su casa estuvo toda la noche pensando en lo que debía hacer, con la preocupación de poder tomar siempre la mejor decisión.

A la mañana siguiente fue temprano al instituto para llevarse a los niños al examen. Al llegar al punto de encuentro los niños de Montessori fueron recibido con ofensas por parte de los otros niños, la sorpresa que se llevaron al enterarse que los alumnos de María habían salido todos con buenos resultados a diferencia de los niños normales, entonces el encargado de la evaluación no podía creer los resultados y comienza a lanzar reproches hacia la maestra de cómo era posible que los retrasados mentales fueran más inteligentes que los niños normales, entonces ella le dice que se preocupe  por educar mejor a sus niños normales y dejara que los niños locos siguieran aprendiendo. María al recibir la información queda satisfecha con los resultados y es felicitada por todos, pero ella tenía otra cosa en mente, buscar a Giuseppe para pedirle que se casaran para así poder cuidar y educar a sus hijos sin la necesidad de tenerlo oculto, ella quería romper con el secreto; pero no lo pudo localizar, entonces fue a buscarlo a su casa, pero tampoco lo encontró,  en su lugar mantuvo una discusión con su madre, la señora Montesino quien le pedía que dejara en paz a su hijo.

María siempre con la inteligencia activa tuvo una sospecha relacionado a su hijo, lo primero que se le ocurre hacer es ir al lugar en donde lo tenían escondido,  pero al llegar, no lo encontró.  La partera le dijo que se lo había llevado la señora Montesino.

Posteriormente,  el hijo de María Montessori es dado en adopción a unas personas que trabajaban con el señor Giuseppe, María si quería a su hijo pero Giuseppe no quería que supieran que él había tenido un hijo, pues tenía una boda pactada desde la niñez y eso iba a provocar desprestigio en su carrera, así que no le quedó más que decirle a María que ya había dado en adopción a su hijo, que las cosas eran mejor así, en un principio María no lo quería permitir pero como Giuseppe le había dado el apellido al bebe, él bebe era de él, por tanto, María tuvo que resignarse y no tuvo más alternativa que aceptar darlo en adopción pero con la condición de que le permitieran verlo. Con el gran sentimiento de culpa María regresa desesperada su casa, con lágrimas en los ojos sube corriendo a su cuarto y se encierra, ahí se mantuvo, por dos días no salió ni siquiera para comer, sus padres preocupados van a buscarla y le piden que salga, ella sale ya muy tranquila.

Al día siguiente va a la clínica para decir que renunciaba, que ahora se iba a dedicar a la Pedagogía y la enseñanza, así fue como comenzó su trayectoria como pedagoga, pues daba cursos a jóvenes universitarios que querían ser maestros. A pesar de ello, nunca olvidó a su hijo ya que desde pequeño lo estuvo visitando y enseñando, se hacía pasar como su partera, y le decía que ella conocía a su madre.

Al poco tiempo María conoce a un ingeniero que está realizando un proyecto de construcción de edificios pero dentro de su proyecto estaba ella, es decir,  quería que se ocupara de los niños mientras  sus padres trabajaran, al principio ella no acepto pues mencionaba que los niños estaban muy pequeños y que no era maestra de jardín. Pero al regresar a su casa presencio una situación en ese vecindario pobre, lo cual más tarde la motivo a aceptar.

Luego de la construcción de los edificios, el barrio de San Lorenzo quedo espectacular y mucho más “La casa de los niños”, así se llamaba el lugar en donde María iba a enseñar, ayudada por una de sus estudiantes, pues las otras se habían negado por diversas circunstancias. En el trayecto conoce a un niño llamado Giovanni, a quien el ingeniero le había negado la posibilidad de estudiar en su edificio ya que decía que era un malviviente y que no se iba a educar nunca. Sin embargo, María permitió que estudiara sin consentimiento del ingeniero. Al principio su enseñanza le fue algo difícil, los niños estaban tan mal educados que no se podía controlar en el salón, rompían cada cosa que tocaban, pero María logro controlarlos con un bebé,  pues comparó el comportamiento que tenían los niños con él bebé, el objetivo era que los niños aprendieran a ser independientes y autosuficientes, y vaya que lo logro. Dejaba que los niños trabajaran de la manera más cómoda que se sintieran y con los materiales didácticos que mejor les pareciesen.

Un día María va a visitar a su hijo y se entera que lo habían mandado a estudiar en un internado en Florencia, ella se molestó porque no le habían avisado de dicha situación, pero eso no fue impedimento para ella, pues decidió ir a ver a su hijo hasta la institución en donde él se encontraba.

El tiempo fue pasando rápidamente y la enseñanza de María cada vez se hacía más popular, ya era reconocida a nivel internacional como la mejor pedagoga. Cuando Mario regresa ya hecho todo un adolescente María va a visitarlo y le confiesa que ella es su madre, Mario al saber esto decide irse a vivir con ella, pero Montessori le dice que se iban a tratar como tía y sobrino, pues la gente no podía aceptar a una madre soltera.

María es despedida de “La casa de los niños” pues decía que habían optado por un modelo educativo más eficiente para los niños italianos. Esto hizo que María partiera junto con su hijo a Nueva York para aplicar su modelo, luego regresa a Italia pero su hijo conoce a una muchacha y decide quedarse a vivir en Nueva York, ahí se relacionó mucho con la política, cosa que alboroto a los burócratas y ordenaron su aprehensión. Mucho tiempo pasó para que su hijo regresara y cuando lo hizo, le dijo a María que quería junto a ella,  que él también había estudiado y que era doctor. Pero al ser investigado, descubren que estaba en contacto con grupos antifascistas,  lo cual fue suficiente para incriminarlo. Justo cuando lo iban a detener dentro de un tren, María le dice al detective que es su hijo. Tanta era la coincidencia que el detective era nada más y menos que Giovanni, el niño que ella había ayudado en la  infancia. Por esta razón Giovanni hizo caso omiso a la detención de Mario y dejo que se escapara.



2.      ¿Cuál es la relación entre la escuela, familia y sociedad en el tiempo de María Montessori?

En el tiempo de María Montessori, la escuela mantenía un enfoque tradicional de formación del estudiante, es decir, la instrucción era sistematizada y rígida en su totalidad. La familia no simbolizaba una herramienta activa en este proceso, pues la función de los padres era básicamente la de llevar a sus hijos a las escuelas y tener una supervisión externa de los resultados del  mismo en cada uno de sus hijos. Por otro lado, existía una fuerte influencia social que se focalizaba en estos aspectos, pues cuando María Montessori inicio su metodología, la sociedad de entonces era muy reacia al cambio desde el punto de vista educativo; era una sociedad caracterizada por su inclinación machista y sobretodo conservadora.

Se menciona que la relación entre estos tres aspectos (escuela, familia y sociedad) era contradictoria debido a que muchas de las cosas que se plasmaban enseñar en las escuelas desde la perspectiva tradicional ligadas mucho a la moral de la época, no tenía relación con las actitudes de sus miembros en sociedad. Es decir, se luchaba en la escuela y la familia por formar personas dignas de respeto y llenas de valores morales, pero ya formadas, en la adultez, la gran mayoría eran personas con “máscaras” que ocultaban su manera de ser, sus acciones y anhelos para no ser criticados por la sociedad de ese entonces. Y esto se hizo evidente años posteriores, cuando los ciudadanos tomaron conciencia de su realidad y empezaron a hacer algo por ellos mismos: luchar por su libertad sin ser oprimidos.

María Montessori es un ejemplo claro de perseverancia, aquella que no solo la dirigió hasta la consecución de sus metas, sino aquella que permitió romper con los parámetros de la época desde el punto de vista educativo, familiar y social. A pesar de haber sido su género uno de sus mayores obstáculos, ella supo salir airosa y demostró que una mujer tiene las mismas capacidades y oportunidades que podría tener un hombre, idea que para ese entonces fue cuestionada pero que después fue aceptada debido a las demostraciones que Montessori hizo para la época.


En conclusión, se podría decir que María Montessori marcó el inicio del cambio en la sociedad en que se encontró, y dejó como legado a la actualidad la llamada Revolución Montessoriana:
  
Revolución Montessoriana

María Montessori es una de las educadoras que con mayor acierto, ha traducido el ideario de la escuela nueva y activa, dejando atrás los métodos tradicionales. Mostraremos, a continuación, las diferencias más importantes entre el sistema tradicional frente al montessoriano con respecto al material:



SISTEMA MONTESSORIANO
SISTEMA TRADICIONAL
El alumno es un participante activo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El alumno es un partícipe pasivo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El ambiente Montessori alienta la autodisciplina interna, los niños están en contacto con las experiencias naturales, sensoriales, culturales.
La maestra actúa con una fuerza principal de la disciplina externa.
La formación de sí mismo es la motivación principal.
 Se da gran importancia a los grados, los puntos, la armonía social.
No existe la división en grados (grupos con distintas edades)
 Los niños se agrupan cronológicamente, de una sola edad por clase.
La enseñanza puede ser individual o en grupos graduados según su propio ritmo de trabajo.
 La clase en grupo estudia una misma materia al compás que la maestra dicte.
El niño escoge su propio trabajo de acuerdo a su interés y habilidad.
 La estructura curricular para el niño esta hecha con poco enfoque hacia el interés.
El niño formula sus propios conceptos del material didáctico. Nadie interrumpe su trabajo porque así es como desarrollará una concentración absoluta.
El niño es guiado hacia los conceptos por la maestra. Existen horarios de clase que limitan la concentración del niño.
El niño marca su propio paso o velocidad para aprender y hacer de él la información adquirida.
El paso de la institución es fijado por la profesora, norma o grupo.
El niño puede trabajar donde se sienta confortable, moviéndose libremente. Puede hablar en secreto sin molestar a los compañeros. El trabajo en grupo es voluntario.
Al niño se le asigna un asiento, así se estimula el que se sientan quietos y tranquilos y se limitan a oír durante las largas sesiones del maestro.
La maestra desempeña un papel sin obstáculos en la actividad.
La maestra desempeña un papel dominante y activo en la actividad.
Se le da más énfasis a las estructuras cognoscitivas y desarrollo social.
Se le da más énfasis al conocimiento memorizado y desarrollo social.
Hay relativamente pocas interrupciones.
Durante el trabajo, las interrupciones son relativamente frecuentes.


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